Dentro del mundo industrial, existe una gran cantidad de tipos y opciones de aceites y lubricantes que podemos escoger para nuestras máquinas, unas de origen mineral derivadas del petróleo y otras que también surgen de este mismo material orgánico, pero que son sintéticos al añadirles aditivos, que los hacen un sustituto eficaz de los aceites lubricantes normales y que cuentan con mejores propiedades. En el grupo de los sintéticos, existe un aceite en especial que sobresale por ser uno de los más usados en el área automotriz e industrial por su funcionalidad única y protección que le da a los motores, estamos hablando de los aceites con base éster.
Para ser exactos, un aceite éster es un lubricante sintético creado a partir de un oxoácido que reacciona con un compuesto hidroxilo como el alcohol o el fenol.
Estos lubricantes pertenecen al Grupo V de los aceites bases que clasifica el Instituto Americano del Petróleo (API) y se distinguen de otros aceites sintéticos como los de base polialfaolefina (PAO) o hidrocraqueo (HC) debido a que tienen una mejor lubricidad, resistencia a las altas temperaturas y no suelen utilizarse como aceite base en el motor, sino siendo un aditivo para mejorar las propiedades del aceite que se está utilizando; además, dentro del aceite, sus moléculas cuentan con una polaridad de nivel medio a muy alta, lo que permite que tengan una carga electroestática.
Este tipo de composición permite que los aceites basados en éster poseen las siguientes propiedades:
Gracias a esto, los aceites éster se han utilizado por más de 60 años como base favorita en multitud de aplicaciones debido a su resistencia térmica a temperaturas de 400 ºF, conservando la capacidad de fluir a temperaturas muy bajas; hoy en día, se emplean en aceites de motor de nueva generación, en especial con el fin de mejorar la protección en frío y para compensar viscosidades muy bajas.
Dentro de los vehículos que pueden usar este tipo de aceite se encuentran:
Sin embargo, a pesar de contar con varios beneficios, estos lubricantes industriales tienen dos puntos débiles, su alto precio en comparación del resto de aceites sintéticos, y la contaminación que pueden dejar al medio ambiente cuando se cambia, debido a que, por sus componentes químicos para su creación, formando una huella ambiental negativa de mayor consideración; además, como todo aceite o lubricante, este se puede contaminar y desgastar con el tiempo de uso que se le dé. Para evitar estos problemas, puedes usar los filtros Kleenoil en tus vehículos pesados, donde el aceite éster utilizado pasa por el filtro Kleenoil antes de regresar a la bomba hidráulica, y gracias a su sistema de microfiltración, se absorben todos los contaminantes que se quedan en las capas del filtro, dejando pasar el lubricante puro y regresando más limpio sin perder sus propiedades, haciendo que se alargue su vida de uso y la del motor, no se tenga que cambiar tan pronto, reduciendo costos de mantenimiento y aumentando la potencia de los vehículos al máximo.
Esto no quiere decir que tengas que utilizar un aceite éster obligatoriamente en cada uno de tus vehículos, puedes usar de cualquier tipo, ya sea de base mineral o sintética, dependiendo de las necesidades que tengas con tu maquinaria; aun así, estos aceites son una muy buena opción para proteger tus motores. Solo recuerda darles el mantenimiento adecuado con el fin de prolongar los cambios de aceite y evitar daños graves, añadiéndole los filtros Kleenoil para tener un mayor rendimiento y limpieza.
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Guardia, A. (2020). Aceite de moto: Tipos y grupos (mineral, sintético, PAO, Ester). Motorbike Magazine. Recuperado en la siguiente nota.
Ventajas y desventajas del aceite sintético. (2020). SrRuedas.com. Recuperado en la siguiente nota.